En el fondo la moda está en el negocio como pasa con todo, cuanto más con la energía. Los combustibles fósiles pueden agotarse y las nucleares debido a las presiones sociales puede ser que se cierren pronto y no se pongan en marcha más, al menos en España. Las centrales hidroeléctricas tienen complicado la ampliación ya que los rios son los que son.
Las energías renovables se han convertido en un lucrativo negocio para las eléctricas, para las empresas y particulares que se apuntan al negocio de la producción de energía solar y eólica. En el caso de la energía solar fotovoltáica el productor puede cobrar más del 400% de lo que paga el usuario final por el KWh, asi que imangínense si es lucrativo. Existe un gran freno a estas instalaciones consistente en el elevado coste de la inversión en los equipos y el de los terrenos donde se ubican las centrales.
Al margen de las modas y del negocio, desde siempre el ser humano se ha interesado en aprovechar las energías que provienen del sol y del viento para sus quehaceres cotidianos: moler grano, empujar barcos, sacar agua, calentar agua y un sinfín de aplicaciones. Con el desarrollo de la industria electrica y electrónica se comenzó a producir energía eléctrica añadiendo generadores rotativos a los "molinos de viento" y utilizar celulas fotovoltáicas de semiconductores para la conversión de la luz solar en electricidad directa.
Continuará..........